Area de Ciencia y Tecnología
Desmitificando la ciencia
Muchas investigaciones muestran que uno de los motivos por los cuales el aprendizaje de la ciencia y la tecnología se ha visto afectado es nuestra poca familiaridad con las estrategias que se usan para el trabajo científico. Una grave consecuencia de esto son ciertas concepciones o visiones deformadas de la ciencia —y de su enseñanza—, a las que llamaremos “mitos de la ciencia”. En conjunto, estos mitos, que también imperan entre docentes y estudiantes, forman nuestra epistemología o filosofía de la ciencia: creencias construidas a lo largo del tiempo y transmitidas como verdades, que solo son visiones ingenuas adquiridas por absorción social y que debemos criticar y cambiar.
¿Qué es ciencia?
El ser humano trata de entender el mundo; y, sobre la base de su inteligencia, imperfecta pero perfectible, intenta modificarlo y transformarlo para hacerlo cada vez más confortable. En este proceso construye una representación del mundo que da origen a un conjunto de conocimientos llamados “ciencia”. La ciencia es, pues, una actividad racional, sistemática, verificable y falible, producto de la observación y de la investigación científica, que responde a un paradigma consensuado y aceptado por la comunidad científica.
Desmitificando la Cienia
La imagen que se tiene de la ciencia hoy es la misma de hace dos siglos; es decir, no expresa la práctica real de los científicos de estos tiempos. Tal hecho nos permite proponer algunas reflexiones, respaldadas en planteamientos de epistemólogos contemporáneos de reconocida autoridad, con la intención de desprendernos de los mitos, empezando por modificar la epistemología “espontánea” de los profesores que no nos permite “ver el bosque que está detrás del árbol”. Para procurar aclararlos, agruparemos los mitos en aquellos referidos a la ciencia, al método científico, a los conocimientos científicos y a la enseñanza de la ciencia.
¿Qué es tecnología?
Etimológicamente, “tecnología” significa ‘cómo hacer las cosas‘, el ‘estudio de las artes prácticas’. Hoy, sin embargo, la asociamos más con innovaciones como los lápices, la televisión, la aspirina, los microscopios y objetos similares, pero también con actividades humanas que cambian ciertos aspectos de nuestro mundo, como la agricultura y la ganadería, e incluso a procesos como las elecciones o incluso las guerras. Además, la tecnología se relaciona a veces con actividades industriales o militares, dedicadas a producir y usar los inventos y los conocimientos especializados. En cualquiera de los sentidos anteriores, la tecnología tiene implicaciones económicas, sociales, éticas y estéticas que dependen de por qué y para qué se emplea.
Desmitifi cando la tecnología
La ciencia y la tecnología son productos históricos y saberes sociales diferentes, organizados, sistematizados y en continua creación. Aunque hoy el saber científico y el tecnológico se interrelacionan —tanto, que se podría afirmar que la tecnología está “cientifizada” y la ciencia, “tecnologizada”—, en la construcción de la ciencia y la tecnología subyace una especialización del saber teórico para la ciencia y otra del saber práctico para la tecnología.
La tecnología no es una simple aplicación de la ciencia; es uno más de los insumos disponibles para ser usados en la resolución del problema tecnológico planteado. Esto no disminuye la importancia de la ciencia en el quehacer tecnológico, pero su relación está ubicada en una posición muy diferente como para afirmar que la tecnología sea solo ciencia aplicada.
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